El gobierno empezó su gestión con dos instrumentos de artillería pesada desregulatoria: un megadecreto y un proyecto de ley ómnibus. Naturalmente ambos han sido objeto de críticas tanto por la forma como por el fondo. No me interesa analizar los instrumentos, sino lo que dicen sobre la nueva administración.
Lo primero a notar es que el DNU y el proyecto de ley reflejan promesas del candidato libertario ya que buscan quitar una maraña de regulaciones e intervenciones estatales introduciendo más «mercado» en la economía. Por supuesto que se quedan cortos en varias dimensiones. Como botón de muestra se puede leer la última nota de Carlos Pagni, hoy en La Nación: no se eliminan los registros automotores (patente de corso de la casta), la OA y la UIF renunciarían a ser querellantes (para alegría de CFK), continúan en su puesto, o asumen, funcionarios cercanos a Sergio Massa, etc. En palabras de Pagni, «La continuidad avanza».
¿Estamos frente al solapamiento de una nueva casta sobre la existente? ¿Será el caso que pasaremos de un anti-kirchnerismo a un anti-mileismo como anteriormente pasamos del anti-menemismo al anti-kirchnerismo? Es temprano para decirlo. Es posible que el gobierno, consciente de su debilidad, haya decidido postergar cambios anti-casta hasta que haya logrado estabilizar la economía y de esa forma legitimarse en la gestión. O que no los haya querido hacer para tener más apoyos en el Congreso. También es posible que el poder corrompa y, amparados en un conjunto de reformas pro mercado, Milei busque perpetuarse (no en vano se habla de más de tres décadas de cambios). No sería algo nuevo, Menem lo hizo.
Pasemos a otra dimensión de los instrumentos desregulatorios. ¿Por qué se insiste en aprobar la ley en enero en lugar de prorrogar el período de sesiones a febrero? Leí que era por el paro de la CGT del 24 de enero, o porque Milei quiere aprovechar su «luna de miel» de popularidad antes que la inflación, que no va a bajar en el corto plazo, lo esmerile. Pero también puede ser porque en febrero termina la feria judicial y se anticipa que las medidas cautelares contra el DNU estarán en tapa de los diarios todos los días durante un largo tiempo. Eso desgastaría al gobierno tanto o más que la inflación y envalentonaría a la «resistencia».
Quizás el gobierno tiene un acuerdo con la oposición sensata no-K del estilo «aprueben el núcleo de la ley y retocamos o eliminamos los puntos conflictivos del DNU». El DNU jugaría como punta de lanza sobre la que se negocian reformas. También se puede incluir la reversión de las últimas modificaciones en campaña al impuesto a las ganancias en el toma y daca. En los próximos días se podrá ver que concesiones hacen las partes.
La última reflexión es sobre el estancamiento circular del país. Estoy leyendo «Diario de una temporada en el quinto piso» de Juan Carlos Torre y copio unas líneas escritas en Julio de 1987, respecto a un discurso de Juan Sourrouille sobre reformas que había pensado su equipo económico, que aplican a la actualidad:
Cito algunas: nuevas reglas para empresas públicas y banca oficial: las primeras dejarán de recibir aportes del Tesoro… Se promueve una mayor desregulación de las actividades petroleras y la reforma de YPF. Hay cambios en el impuesto a las ganancias, continúa el proceso de privatización de empresas públicas y se ofrecen nuevos incentivos a la producción que incluyen una rebaja de retenciones al sector agrario. En su discurso, Juan colocó las iniciativas en el marco de un planteo que avanzó varios casilleros en la visión del equipo económico en materia de desarrollo: propuso dejar atrás un «modelo populista y facilita, un modelo cerrado, un modelo centralizado y estadista» que «está frenando el despliegue de las potencialidades del país».
Treinta y siete años más tarde estamos igual. No es el día de la marmota. Es que (casi todos) los argentinos somos marmotas.
Gracias por estos interesantes comentarios. A esta altura de los acontecimientos no es fácil llegar a conclusiones válidas todavía. Por el momento es muy importante no bajar la guardia. Cordialmente, H.O.Suriano
Hola Horacio,
Efectivamente el post trata, como se ve diariamente en los medios, de extrapolar en función a muy pocas y brumosas señales la esencia del nuevo gobierno. Y concuerdo en que es importante no bajar la guardia, que en lo que a mi respecta es seguir «leyendo la borra del café».
Saludos cordiales.