Pronóstico 2016: factores externos

11/02/2016

Voy a realizar un pronóstico para la evolución de la macro argentina este año en etapas, comenzando hoy con la economía global y la semana que viene con los factores políticos domésticos que afectan el grado de incertidumbre para la toma de decisiones en el sector privado. Finalmente dentro de dos semanas sintetizaré el análisis del impacto que espero tengan estos factores sobre la economía local.

El mundo muestra señales confusas, con varias luces verdes, otras tantas amarillas y algunas rojas. Estamos a mitad de camino entre el viento de cola del superciclo de commodities y el frenazo de la Gran Recesión. Veamos las regiones de más a menos.

En EEUU la situación económica es buena, al punto que la Reserva Federal comenzó en diciembre a subir las tasas de interés. El desplome de las bolsas hizo que algunos cuestionaran si no fue prematura la medida de la Fed. Es cierto que el aumento de tasas de interés mecánicamente se traduce en menores valores presentes descontados y por ende en menores cotizaciones bursátiles de activos financieros. Por eso para que el cuestionamiento tenga sentido tiene que haber sido el caso que el aumento de tasas (esperado, más que el mínimo registrado en diciembre) afecte negativamente la demanda agregada y afecte el flujo de fondos esperado (o porque la política contractiva, al fortalecer el dólar reduce el valor en dólares del petróleo, afectando la situación contable de bancos con alta exposición en el sector). Es difícil determinar esto, máxime cuando la situación de las bolsas mundiales se ven afectadas por otros factores externos que ya mencionaré (China y petróleo). Pero mientras los indicadores de empleo sigan positivos sigo pensando que la decisión de suba de tasa es correcta. Esto no quita que el mayor riesgo sea que la política monetaria sea excesivamente contractiva frente a shocks externos negativos. [Aclaración: en mi opinión el circo de las primarias para las elecciones presidenciales de noviembre, y la posibilidad de tener como candidatos a Trump/Cruz y Sanders no me preocupa. Si los candidatos son estos, se presentaría Bloomberg y ganaría. Si uno de los dos partidos presenta un moderado, gana éste.]

En Europa la situación es mediocre. Desde que el Banco Central Europeo inició una política de QE, seguida recientemente por la decisión de tener tasas negativas (cobrarle a los bancos para que mantengan depósitos en el ECB), la política monetaria logró evitar que se profundice la crisis de confianza en el euro. Pero los gobiernos nacionales enfrentan serias restricciones política para llevar a cabo políticas fiscales que terminen de sacar a la región adelante. Las restricciones mayormente se deben al auge de partidos nacionalistas y populistas que en algunos casos incluyen en sus plataformas la disolución de la UE. Veamos el cimbronazo que Tsipras provocó desde Grecia el año pasado, o el referendum que este año debiera haber en el Reino Unido. En menor escala los desafíos vienen del surgimiento de nuevos partidos al poder, como de nuevo el caso de Grecia con Syriza, o España con Podemos (y en menor medida Ciudadanos). Por ende, el mayor riesgo en Europa es político: que ante el desafío de un shock la UE no logre acordar las políticas necesarias.

China está haciendo la transición a un modelo de crecimiento basado en el consumo interno. El problema es político pues las elites del PC chino son conscientes que esta estrategia termina inexorablemente con el emponderamiento del consumidor votante, lease en la transición a una democracia inclusiva. Pero las elites también saben que si no cambian de modelo el crecimiento se va a estancar y los ciudadanos pueden llegar a levantarse en una revolución. De manera que el gobierno trata de hacer una sintonía fina en la cual se maximice el tiempo necesario hasta que pierdan el poder (vía transición democrática). Nótese como esto implica que el gobierno chino ya no se beneficia del crecimiento a tasas chinas. Por ende no debe sorprendernos que el PBI chino no vuelva a crecer como lo hizo en el pasado. Igual para el resto del mundo lo que importa es la contribución del crecimiento chino a la demanda agregada. Por ejemplo, cuando China representaba el 5% del PBI mundial, un crecimiento al 10% implicaba un aumento del 0,5% al PBI mundial. Una China más grande, digamos del 10% del PBI mundial tiene el mismo efecto en la demanda agregada con un crecimiento del 5%. El mayor riesgo en China es que ante el desplome de las bolsas chinas, el gobierno tome medidas contradictorias que aumenten la incertidumbre.

En el caso de Brasil, está experimentando la peor recesión de su historia. Para colmo lo está haciendo con un gobierno muy débil con poca credibilidad para tomar las medidas de ajuste necesarias

This month Ms Rousseff dared to acknowledge that Brazilians retire too early (at 55 for men, on average). In effect she admitted that the government cannot stabilise its finances if it continues to devote 40% of (non-interest) spending to pensions. But she backtracked in the face of resistance from her party and the unions. Raising the retirement age would be unacceptable, declared the PT this week.

This will make it much harder for Nelson Barbosa, the newly appointed finance minister, to contain the budget deficit, which is close to 10% of GDP. His main idea is to reintroduce a financial-transactions tax, which is loathed by business but popular among Ms Rousseff’s left-wing allies. But this would raise just 10 billion reais ($2.5 billion) in extra revenue, a fraction of net government borrowing, expected to be 500 billion reais this year. Ms Rousseff wants to summon back a council of wise men and women, which she disbanded during her first term, to suggest reforms. That looks like a delaying tactic.

Si bien Brasil es un factor muy negativo para la Argentina en tanto que es el principal socio comercial del país, también hay que destacar las oportunidades de la crisis. El gobierno de Macri está tratando de atraer inversiones, las que para venir necesitan un acuerdo con los holdouts y un marco macro estable. Si se dan estas condiciones, sería posible atraer inversores desde el país vecino que estarían tentados por las mejores condiciones locales y las malas condiciones en su país. Es que para vender al Mercosur no importa tanto si se produce en Argentina o Brasil (no nos olvidemos que así fue como perdimos varias empresas entre 1999 y 2002). Sin embargo no creo que este efecto positivo compense la caída en el PBI de este año estimada en 3,5%, con lo cual Brasil representa la luz roja más importante para nuestro país. El mayor riesgo en Brasil es que Dilma Rousseff no logre las alianzas necesarias como para poder gobernar, y que aún si lo consigue no tenga suficiente respaldo para hacer el ajuste.

Mención aparte el crudo y las bolsas. El primero está sufriendo principalmente un problema de oferta: shale en EEUU, levantamiento de sanciones a Irán, y la necesidad de exportar más para tener igual entrada de divisas en el resto de la OPEP. En el mediano plazo el crudo más barato debiera tener un efecto positivo en la demanda agregada mundial ya que los países exportadores suelen tener una menor propensión marginal al consumo que los países importadores. Pero en el corto plazo se genera incertidumbre pues varias empresas del sector enfrentan la perspectiva de quebrar y eso puede generar efectos cascada si los bancos tienen una alta exposición a dichas firmas (recordemos que la Gran Recesión comenzó por la exposición de bancos a hipotecas subprime). La volatilidad observada en los mercados de valores responde a esta mayor incertidumbre sobre los potenciales efectos que el desplome del crudo tengan a través del sistema financiero internacional. Pero desde septiembre de 2008 al presente ya debiéramos de habernos acostumbrado a vivir en un mundo incierto.