Ideología, macroeconomía y ciencia: una reflexión a la luz de afirmaciones recientes

Por Enrique Kawamura

En su columna dominical de coyuntura del día de ayer (domingo 3 de julio de 2011) Néstor Scibona se refirió a un comentario realizado por Axel Kicillof (defendido por distintos comentaristas en este blog en el pasado reciente) en las Jornadas Monetarias del BCRA de este año, según el cual la teoría económica necesita un replanteo luego de la crisis financiera de EEUU de 2008, y que este comentario pareció estar asociado a otro según el cual Kicillof afirmó

el gasto público, la sobreemisión monetaria y los aumentos de salarios no son causantes de la inflación, sino que esa idea surge de las teorías ortodoxas y monetaristas impuestas en la Argentina por la dictadura militar y que son sostenidas hasta el presente, aún por economistas que se definen como keynesianos

Como economista, profesor e investigador, creo que el gran problema con este tipo de discusiones es que no conducen a nada demasiado útil, especialmente para quienes realmente padecen problemas económicos (normalmente, las familias de ingresos bajos y por debajo de la línea de indigencia). Descalificar una teoría por su supuesta afiliación con sistemas políticos inadecuados no parece ser justamente demasiado “científica”. En el ambiente científico, una teoría podría falsearse, por ejemplo, si las predicciones de la teoría no se condicen con sus predicciones. Si la teoría conlleva implicancias de política que (al menos para algunos) podrían no ser deseables, parece un problema diferente.

Es verdad que existen algunas corrientes de pensamiento (emparentadas, aunque tal vez sin llegar al status de escuelas epistemológicas) que cuestionan fuertemente el método utilizado por lo que podría denominarse “corriente principal” de la economía, método esencialmente deductivo, que utiliza fuertemente la matemática como herramienta. Existen distintos argumentos en contra del uso de la matemática, como por ejemplo, el hecho de que la economía trata de la acción humana, y que por sus características intrínsecas, la matemática no puede capturar la realidad de la acción del ser humano caracterizada por su capacidad de libre albedrío. Por otra parte, en el mundo de las ciencias el método científico (en su dimensión relacionada con el desarrollo de la teoría) exige la capacidad de que las predicciones teóricas sean consecuencia de una deducción lógica. Esto es, una teoría científica tiende a tener un mínimo de aceptabilidad en la medida que sea lógicamente consistente (en el sentido de la lógica formal). No pueden desconocerse posibles ventajas del uso de este tipo de método (sobre todo en cuanto al uso de la matemática). Una de ellas es que el uso de la matemática posibilita la obtención de predicciones cuantitativas, o, al menos, cuantificables, lo cual al mismo tiempo posibilita la falseabilidad de la teoría (desde la perspectiva de sus predicciones) utilizando datos. Esto, al menos, debería ayudar a entender relaciones de causalidad, por ejemplo, entre variables como gasto público, emisión monetaria (o decisiones de política monetaria), negociaciones salariales e inflación.

De hecho, la falla del esquema teórico madre de la macroeconomía heredada de comienzos de la década de los setenta es el hecho de que tales teorías fallaron respecto de la emergencia de semejante crisis como predicción a sus modelos. La necesidad de una nueva teoría no parece estar sustentada en la posible conexión con dictaduras o multinacionales, sino más bien en sus fallas predictivas.

Más allá de discusiones epistemológicas que siempre hacen falta en las ciencias sociales, al menos el método “reinante” parece aportar la posibilidad de una luz respecto de las posibles políticas tendientes a reducir la tasa de inflación (una inflación que, justamente, trae problemas a al menos una parte de la población, como queda dicho anteriormente). La aceptación o el descarte de una teoría sobre la base de una presunta conexión con actitudes dictatoriales (que tampoco sabemos cómo comprobar tal conexión, por ejemplo en la Europa post 1989), al menos desde mi experiencia, no me permite visualizar con mínima credibilidad científica (en el sentido de lo que significa hacer ciencia hoy en el ámbito académico internacional) posibles relaciones de causalidad.

23 Responses to Ideología, macroeconomía y ciencia: una reflexión a la luz de afirmaciones recientes

  1. mgeiras dice:

    Enrique,
    Acertada tu crítica a la liviandad de las afirmaciones de Axel Kicillof. Su reciente exposición pública con expresiones poco felices le han valido post críticos de otros integrantes de la BEA. Eduardo Levy Yeyati, sin mencionarlo por su nombre, desacredita a los académicos con «preferencia por la exégesis de textos». Y Natalio de Cosas que pasan refuta su afirmación sobre la causalidad entre emisión monetaria e inflación. En mis palabras (censuradas), Kicillof es un farsante. Abrazo,

    martín

  2. Alcides Acevedo dice:

    La verdad es que te tomaste mucho trabajo para decir lo evidente: Kiciloff es un chanta de cuarta totalmente entregado a la política corrupta.
    Es de la escuela de Boudou y Guillermo Moreno.

    Quíza no obtenga reconocimiento académico pero te aseguro que Kiciloff sulucionó su problemas económicos de por vida, muy probablemente termine dando clases en la Universidad de las Madres.

  3. Die dice:

    La verdad, es que rebatir un comentario como si el mismo fuese una cita en una publicación en una revista especializada, dista mucho de buen criterio científico.

    Si para el caso querés rebatir a Kicillof, podés consultar sus publicaciones y en todo caso intentá que las mismas sean publicadas en similares revistas especializadas.

    Para el caso, en cualquiera de las entrevistas hechas a Yunus, Stiglitz o Krugman, se puede apelar a la epistemología para criticarlos, pero eso es tan pueril como decir que un jugador de fútbol es malo si realiza mal jueguitos con una pelota de papel.

    • mgeiras dice:

      Die, esta la contesto yo. Las publicaciones de Enrique son de calidad superior a las de Kicillof. Dado que ambos trabajan en áreas disímiles una comparación es ver la cantidad de citas (no propias) que tienen sus trabajos publicados. Podés usar google scholar. Además la proliferación de críticas a las afirmaciones de Kicillof (ver el comentario que escribí antes y los posts de la BEA que hago referencia, o el nuevo de ESC), indica que el tipo tiró fruta.

    • Mauro dice:

      mgeiras, la medida de comparación es ridícula, dado que ak no intenta aparecer en esos journals que vos tenés en mente. vos creés que alguna vez mandó un paper a alguno de los journals que vos leés?

    • mgeiras dice:

      Por eso propongo contar número de citas. Repito NÚMERO de citas (cantidad y no calidad), no quién o desde qué journal lo cita (a él vs. Kawamura). Enrique sale ganando. Claro que si tu métrica es la cantidad de veces que usa la palabra «marxista» en un paper, el mejor economista (entre los dos) es Axel.

    • Mauro dice:

      mgeiras como recién le leí a ely, la «popularidad» de las teorías es autosostenible. dice que él no realizó investigaciones heterodoxas durante su doctorado porque no habría conseguido tutor/publicaciones/trabajo. se cae de maduro que tampoco habría conseguido muchas citas.

    • mgeiras dice:

      A confesión de parte relevo de prueba. Si la investigación que hace Kicillof no redunda en tutor/publicaciones/trabajo, no tiene «valor». Chau.

    • Nano dice:

      mgeiras,
      creo que la recomendación de que la respuesta a las publicaciones de Kicillof se haga en las mismas revistas en las que aparece se basa en que se debe usar un ámbito común para debatir estas ideas.
      Por eso, no entiendo a que viene la competencia que patrocinas acerca de la «calidad» de las revistas o la «cantidad» de citas de Enrique vs. Kicillof. Lo curioso es que esta argumentación parece ser coherente con lo que expone el artículo: las ideas, cuanto mas masivas mas correctas. En economía (soy Lic. en Economía, lo aclaro para despejar prejuicios y ahorrar tiempo) creo que esto no es así de ninguna manera.
      Todos sabemos que la ortodoxia económica se propaga a través de agentes que tienen altos intereses puestos en el éxito de esta doctrina, llamemosla liberalismo, neoliberalismo o como quieras. La libertad de mercado sin igualdad de oportunidad es falaz. El neoliberalismo sin cálculo de externalidades es inaplicable. ¿Quienes impulsan las teorías heterodoxas? Los que nacen con menos oportunidades, los que sufren las externalidades negativas del sistema. Y los que se apiadan de ellos. ¿Tienen tanta prensa como los que se benefician del capitalismo salvaje? No. Esto es obvio, y a mi no me lo enseñaron en la Facultad, lo descubrí por mi cuenta.
      Creo que el comentario de Kicillof que intenta destrozar este artículo va en esa dirección, me llama la atención que le parezca tan descabellado a tipos inteligentes y con estudios como ustedes. ¿No ven qué la ortodoxia pretende mantener el status quo sin mirar para abajo? ¿O no quieren verlo?
      Saludos, espero que no los aburra un comentario tan largo.

      PD: Estaría bien que Enrique si tiene tiempo también debata en los comments.

  4. Natalio Ruiz dice:

    Bienvenido Enrique.

  5. carlos dice:

    Enrique:

    a) Bienvenido a los blogs
    b) Muy buen comentario. Esta pavada de la correlación entre «el neoliberalismo y todos los males me tiene harto. (lo que no signifíca ni agrega nada) pero….
    c) si agrega , con una prosa envidiable y una lógica , para mi impecable , el ultimo post de Eduardo L.Y.
    d) esto dicho por un economista , muuuuuuucho más viejo que uds. que durante mi educación de under and graduate me tuve que bancar cambios de planes de estudio de acuerdo a la política reinante i.e. menos econometría que era OLS y no mucho más por mas Liberación y Dependencia de Cardozo y Faletto. El perido también inolvidables clases de Ernesto Gaba donde el libro de Patinkin lo estudiabamos con pasión (?) y era mas que un libro de teoría monetaria una de macro (de la época) o de Ricardo Gomez en epistemología que nos hizo entusiasmar con B. Rusell, los Buorbaquí (alianza Editorial en la época), o Manolo F. Lopez con su erudición es Historia del Pensamiento.
    Estas últimas cosas me convencieron que no me había equivocado de carrera, porque after all ¿quien tiene «vocación» de economista a los 17 años cuando termina el colegio?.
    Terminé de covencerme, cuando hice el doctorado y «conocí» a por ejemplo Mas -Collel , teoría de los juegos etc.
    Keep up de godd job
    Carlos

  6. Economo dice:

    Dos cosas:
    1- Que bueno que esté Enrique acá….
    2 – Martín, me gustaria conocer tu opinión sobre esto: http://teoria-economica.blogspot.com/2011/07/la-dignidad-en-deuda.html

    Gracias!

  7. kuno dice:

    Enrique: justamente la semana pasada planteé algo relacionado en el blog de otro economista argentino. Específicamente era sobre la relación entre programas de economía -maestrías por ejemplo- e ideología. Me interesaría escuchar tu opinión al respecto. La parte relevante del comentario es:

    «Me resulta desalentador escuchar la relación entre universidades y una ideología política («liberalismo económico», por ejemplo). Esto ocurre sobre todo en los medios periodísticos. Aunque no creo que la Economía sea una ciencia, si creo que la Economía como disciplina ha llegado a una serie de postulados y sobre todo herramientas que son compartidas en gran medida por todos los programas. Una Maestría en Economía (medianamente mainstream) no es un baño ideológico, sino un refinamiento de técnicas aprendidas durante la licenciatura. Ya sea UCEMA, UNLP, UdeSA o la que sea, una maestría es micro, macro, econometría y especialidades. No hay doctrina. La ideología de alguien no cambia por haber cursado tales materias. No hay un lavado de cerebro ideológico. Quizás haya uno metodológico: es esperable que un buen economista sea riguroso, cuantitativo, analítico, escéptico, etc»

  8. niemca dice:

    Un post brillante Enrique. Da gusto leer artículos de esta calidad y seriedad.
    Bienvenido a la BEA y espero que los lectores tengamos la suerte de leer intervenciones suyas más seguido.

  9. […] Estimación de la inflación de junio 2011 Luego de un par de meses de relativa tranquilidad, la estimación de la inflación de junio (siguiendo la metodología explicada acá) muestra una aceleración en el ritmo de incremento de precios, siendo el indicador para el mes de 1,72%. El acumulado para los últimos 12 meses es de 23,2%, mientras que para los primeros seis meses de 2011 el acumulado es de 10,70%. Este ritmo de crecimiento de precios es consistente con la mayor emisión monetaria que adoptó el BCRA bajo la conducción de Marcó del Pont (a pesar de la opinión que al respecto tenga Axel Kicillof, analizada por Enrique el lunes). […]

  10. quiquekawa dice:

    Estimados

    Lamentablemente no ando con mucho tiempo para participar de las discusiones. Sin embargo, a la luz de algunos comentarios quisiera aclarar algunas cosas.

    1) En primer lugar,mi entrada solamente quería COMENTAR (a lo sumo, un cuestionamiento, no criticar, ni menos destruir) una afirmación que resulta ser de Axel Kicilof, un profesor de la FCE..UBA. Sin embargo, el comentario no tiene ningún tipo de relación con el resto de la obra de quien realizó la afirmación comentada. Si lo hubiese dicho alguien como Benegas Lynch (H) el comentario hubiese sido exactamente igual al expresado en este blog.

    2) Por comentario entiendo la expresión de una preocupación que tiene que ver con la fundamentación, no una desautorización. Sí expreso una posición respecto de lo que significa CÓMO analizar la economía (como disciplina). La razón por esta preocupación estriba en que las cosas son o no son, no es posible ex-post afirmar el «a mí me parece» cuando esto puede llevar a que fuerzas que no podemos conocer bien pero que podrían ser provocadas por decisiones basadas en pareceres subjetivos desemboquen en consecuencias que, en principio, quien formu´ló originalmente el parecer subjetivo no quería que ocurriese. Es en este sentido en que la discusión del método no parece ser pueril: la comparación con la crítica al futbolista que hace jueguito coln una pelota de papel (si entendí bien el comentario) parecería estar relacionada con que la afirmación comentada aquí carecía de importancia. Sin embargo, esta firmación fue realizada en el marcio de unas jornadas organizadas por la autoridad monetaria argentina. Podría interpretarse como una mera afirmación como lo hubiese hecho en una mesa de café, como también podría interpretarse como una afirmación que intenta justificar medias de política monetaria. Justamente esa incertidumbre es la que me hace pensar en que tal vez esa afirmación no necesariamente es trivial en el sentido del futbolista haciendo jueguito con la pelotita de papel (repito, pido disculpas si interpreté mal ese comentario)

    3) Por el lado del argumento utilizado en el comentario: alguno pudo pensar que se basaba en la idea de masividad. (Comentario de Nano) De hecho asocia teoría con doctrina. La idea científica de teoría precisamente intenta desligar teoría de doctrina. Toda teoría matemáticamente formulada tiene supuestos, deducción e hipótesis potencialmente contrastables (aunque no en todos los casos, ciertamente) que pueden hacer la teoría más o menos falseable. Pero no puedo hablar de doctrinalmente mejor o peor. De hecho, quisiera aclarar que desde hace un tiempo ya no uso más la clasificación de teoría neoclásica pues no me es claro (al menos no a mí, aunque claramente puedo equivocarme) que todos los autores especializados en historia del pensamiento económico definan una escuela neoclásica, con ese nombre. Por lo tanto, lejos está de este comentario que se subió el lunes en «defender» conceptos de «libertad de mercado», «liberalismo», etc. Justamente, lo que el comentario intenta hacer es despojar la exposición verbal de cuestiones económicas de ese tipo de conceptos que, al menos en la definición aceptada como científica, al menos yo no estoy seguro de lo que quieran decir. Más bien el punto trata de salirse de esas palabras (mucho menos puedo yo defender una teoría que ignore externalidades; al menos varios alumnos que pasaron por el curso de Micro I pueden testimoniar lo que yo discuto respecto del significado de los teoremas de la economía del bienestar, su limitación en el uso de la política pública, etc.)

    Tampoco sé lo que significa heterodozo u ortodoxo. De vuelta, es una clasificacíón que está lejos del espíritu del comentario posteado por mí el meterme en ese tipo de nomenclaturas en las que yo mismo no creo. Mucho menos qué parte de la teoría habla de capitalismo salvaje (o incluso de capitalismo), etc.

    En fin, intenté aportar una visión acerca de cómo hablar de economía, y cómo analizarla, esto es, de método, no de principios. Si se quiere: los únicos principios que presupone el artículo se refiere a lo que significa hacer ciencia. Si alguien no está de acuerdo con lo que significa hoy hacer ciencia en el mundo científico, no me parece mal, pero considero que debería tener conocimientos de epistemología para que lo que diga tenga fundamento en la misma filosofía de las ciencias. Lo contrario podría adolecer del problema del «a mí me parece» y lo que a vos te parezca de distinto es descalificable.

    Enrique

    • Nano dice:

      Enrique, tu aclaración me fue muy útil para terminar de entender tu artículo. A través de tu análisis lograste concluir que el comentario de Kicillof no fue elaborado a través una investigación con un método científico válido. Se desprende que la de Kicillof es una apreciación ideológica (que adolece del «problema» del «a mi me parece»).

      Estoy de acuerdo con esto, el comentario de AK tiene una carga ideológica-política importante, pero me parece falso que tu artículo no tenga ningún tipo de implicancia ideológica, y que «los únicos principios que presupone el artículo se refieren a lo que significa hacer ciencia».
      ¿Por qué? Porque tu artículo remite a una columna del diario La Nación de título «La incierta economía Cristinista» y el comentario de AK se ubica bajo el subtítulo «Nostalgias de los 70». Esto no parece muy científico. «Es mi fuente de información» podrías responder. ¿Por qué elegis esta fuente y no otra? ¿Crees que esta columna no hace ningún recorte sobre las palabras de AK? ¿Estás completamente seguro que esas fueron las palabras que pronuncio? No hay que ser inocentes, todos conocemos la carga político-ideológica que tiene este artículo, y al tomarlo como fuente sin dudas tiene alguna influencia, en el sentido que uno quiera encontrar, en tu exposición.

      Es un tema que da para una discusión larga, de hecho la disyuntiva acerca de si se puede tratar la economía sin influencia de la ideología existió siempre y va a continuar existiendo, no la vamos a saldar en este post.
      Por otra parte, me pareció interesante el artículo y acepto que no puedo discutir en tus términos acerca de epistemología de las ciencias, ya que no es mi campo.

      Saludos.

    • mgeiras dice:

      Nano, no siempre tiene sentido usar un paper (o conjunto de papers) para armar un post en un blog. Por ejemplo si quisiera escribir algo sobre la decisión de clausurar dos puestos de diarios en el Mercado Central porque venden el diario Clarín no necesito hacer una búsqueda de bibliografía. Esto no quita que tratemos de escribir argumentando lo mejor posible nuestras afirmaciones. Después está en el «ojo del consumidor» aceptar la validez (parcial) de las mismas o no.

  11. […] (“conocido” de la casa, criticado por mí en este post, y por Enrique Kawamura en este otro) como uno de los directores de la ANSES:  El ingreso de Kicillof, economista de la agrupación […]

  12. Arturo dice:

    Aburridooooooooo…

  13. Gonzalo W Costa dice:

    Enrique, excelente comentario y excelente aclaracion. Lo de AK es -por decir algo simple- impresentable e insostenible. Como lo son esos argumentos (sic) sobre economica de mercado, liberalismo (¿que es el neoliberalismo?), etc etc que son simples juicios de valor sin sustento real y menos practico. ¿Cuales son los paises que mas han prosperado, crecido y desarrollado? No son precisamente aquellos que han puesto en practica lo que proponen quienes son «expertos» en la probeta y que jamas han estado en la trinchera de la realidad economica. No tienen idea de lo que es pagar jornales, realizar inversiones, asumir riesgos, vender productos o servicios . . .. y encima luchar contra una burocracia creciente, llena de reglamentos y regulaciones, a la vez que enfrentar a la inflacion. Asi que, si quieren saber como funciona la economica real, no se les ocurra llamarlo a AK. Eso si, estoy de acuerdo con que el como los otros sujetos K ya han resuelto SU problema economico: no me queda la menor duda. Y aca esta uno de los pilares de la vida institucional que a veces se deja de lado: la KORRUPCION. ¿Alguien se ha puesto a verificar cifras de ingresos publicos – en todas las jurisdicciones – y las aplicaciones de los mismos? ¿Alguien conoce las presentaciones relacionadas con la Cuenta de Inversion de los ultimos 8 años?… A estos personajes, como AK, el Boudou, el Felletti, la Marco . . .etc NO les interesa estas discusiones. Asi que . . .

  14. quiquekawa dice:

    Nano: entiendo tu punto. Creo que me es útil para la elección de la información. Me comprometo a que en los próximos posts solamente me base en papers. Creo que es la mejor elección que puedo hacer. (Lo digo en serio).