Volver al futuro: el regreso al uno a uno

Este post está inspirado en uno reciente de Eduardo Levy Yeyati sobre la apreciación del peso. Eduardo estima que de seguir la macro en la actual trayectoria la cuenta corriente pasaría a tener balance negativo el año próximo. Esto sumado a necesidades crecientes de financiamiento del sector público plantea la cuestión de las fuentes de financiamiento externas a las que recurriría el gobierno. En una comparación con la región Eduardo nota que las opciones son inversión extranjera directa o flujos de portafolio (capitales golondrina).

La primera opción la podemos descartar pues el clima de negocios actual en el país es malo (ver recientes atropellos de Moreno a Cablevisión, Shell y Techint esgrimiendo la derogada ley de abastecimiento). La segunda opción funcionó durante el año pasado gracias a la reapertura del canje, y podría funcionar este año si se llega a un acuerdo con el Club de París que implique pocas erogaciones en el corto plazo. Pero para esto sería necesario aceptar el monitoreo del FMI, algo poco difícil en la previa a las eleciones. Y un arreglo que implique pagar los USD 10000 millones en un par de años calculo que no dará un flujo neto significativo de capitales a favor del país.

Los números indican que este año se podrá seguir este sendero inconsistente, pero que el próximo gobierno (incluyendo una eventual reelección de Cristina) estará forzado a corregir el rumbo. Lucas Llach en otro post inspirado por ELY sostiene un argumento similar:

A su vez, la percepción de que podríamos estar en una dinámica “inestable” juega en contra de la continuidad: si sabemos que a la larga la cosa se ajusta por algún lado y con alguna inestabilidad, es más difícil que lleguen esos préstamos o inversiones que ayudarían a posponer el día del juicio.

Hecha esta introducción voy ahora al nudo de mi nota, que es el regreso al uno a uno. El lector atento pensará que ya estoy hablando de esto, que el país en dólares hoy está tan caro como en la época de la convertibilidad. Es cierto, sin embargo lo que yo quiero argumentar es que si nuestra clase política decide tomar el toro por las astas, y aceptar el desafío de crecer integrados al mundo con la inflación bajo control (metas entre 0 y 5% anual), se podrá lograr en un lapso de 20 a 30 años un crecimiento de la productividad relativa a la de EEUU tan grande que el tipo de cambio de equilibrio será, o estará cerca del, uno a uno nominal. Espero no ser el único que crea que con la riqueza natural del país, el buen nivel educativo de su población, y la coyuntura internacional favorable, el PBI per cápita ya hoy podría ser el doble de lo que es.

No seríamos los primeros en el mundo en realizar esta hazaña. En 1950 con un dólar se compraban 4,20 marcos alemanes, mientras que en 1990 la cotización estaba en 1,62 DM por dólar. Y Alemania consiguió este aumento en la productividad relativa en un período en el cual la productividad norteamericana (y del conjunto de países desarrollados) crecía a una tasa elevada. Hoy en día la productividad en la OECD crece a tasas menores, lo que facilitaría hacer el catch up que postulo (que podría ser el slogan de un partido de economistas en estas elecciones).

Para ver informalmente este cambio en la tasa de crecimiento de la productividad pensemos en la película «Volver al futuro» (volví a verla recientemente gracias a cuevana.tv). En la misma el protagonista viaja hacia el pasado de 1985 a 1955 y la gracia del argumento es el choque cultural entre estos períodos, tanto en las costumbres como en los bienes que se consumen: el De Lorean al lado de los botes de los cincuenta, el chaleco de «marinero», el walkman, etc. Estamos a cuatro años de los treinta de esta película y me parece que si a alguien se le ocurriera filmar la historia de un chico de 18 años en el 2015 que viajara a 1985 el producto final sería aburrido por la falta de contrastes (computadoras personales ya había, el Space Shuttle ya existía). En definitiva, en respuesta a la pregunta de Eduardo, si nos comprometemos en devolver al país a su sendero potencial, el peso se podrá apreciar tanto como nos esforcemos en ser más productivos.

7 Responses to Volver al futuro: el regreso al uno a uno

  1. Matías dice:

    Sería de 2005 a 1975. Igual no cambia en absoluto el argumento.

    • mgeiras dice:

      Matías, la idea era tomar como base el mismo 1985 de la película pero viniendo desde el 2015. De hecho es interesante la visión optimista que del futuro había en la segunda parte. ¿Por qué nuestras expectativas del futuro son siempre tan exageradas? Tema para otro post.

    • Matías dice:

      Ah, oka!

      Nunca había pensado por qué, es verdad. Supongo que cuando llevamos nuestra mente al futuro siempre nos tentamos con lo que es verdaderamente imposible.

      ¡Espero el otro post!

  2. Martín, buen post.

    Desde ya que coincido que la vía de la IED no parece muy factible toda vez que para generarlas tenés que tener reglas de juego claras, algo que lógicamente acá no ocurre.

    El camino del financiamiento externo es ciertamente una opción pero me pregunto si no terminaría postergando la necesidad de políticas (léase un plan de estabilización para bajar la infla).

    Por último con respecto al sendero de productividad, todos pensamos en que podemos tener un PBI más alto, el problema una vez más es la falta de visión de largo plazo de los que toman las decisiones, estamos muy acostumbrados a que cada 4 u 8 tenemos que formatear todo lo que se hizo y empezar de nuevo, así se hace imposible.

    Un abrazo,

    Rodrigo

    pd: No me digas que volviste a ver Volver al Futuro por cuevana!, la pasan día por medio por cable, solo te banco si me decís que no tenés cable, ja.

    • mgeiras dice:

      Rodrigo, lo que tengo es un proyector que me permite ver las películas como si fuera un cine. Y la tónica del post es idealista, para variar un poco del realismo sucio que nos rodea. Estamos lejos de un buen plan de estabilización, más lejos aun de una política de estado que nos lleve a desarrollar nuestro potencial. Abrazo.

  3. zorba dice:

    Interesante hasta la parte que decis el buen nivel educativo de la poblacion, flaco se nota que tenes que contratar empleados, cada dia vienen mas brutos y con expectativas desmedidas, entrenarlos cada dias es mas dificil y existe poca cultura de trabajo, a y lo unico que saben hacer con una compu es chatear. Para elevar la productividad te gusto o no necesitas que la leyes sean neutras o esten un poco a favor de las empresas hoy ocurre todo lo contrario.
    Por otro lado revolucion tegnologica que implica un aumento de la productividad como queres implica avances en tegnologias dura y hoy en argentina toda la investigacion en gral. esta en proceso por todo el panoramo politico-economico. Por lo que propone implica tambien un salto politico (voz crees que algo va cambiar en ese aspecto).
    Tu idea es un lindo sueño, creo yo, espero equivocarme. Saludos.

    • mgeiras dice:

      zorba, como aclaré en otro comentario, este post es en clave idealista, y la idea es contrastarlo con el original de Levy Yeyati que plantea un escenario realista pesimista sin considerar el rol esencial de la productividad para el tipo de cambio real.

      En más de una ocasión escribí criticando la calidad de la educación en nuestro país. Igual creo que las condiciones para dar un salto están (el «capital humano» sigue siendo alto para la región), y recordá que hablo de un horizonte de largo plazo.