La falsa señal en Europa

El pasado miércoles Alemania tuvo problemas para colocar una cantidad (relativamente) pequeña de deuda. Varios analistas interpretaron este hecho como una señal que la crisis del euro había llegado a un punto de gravedad que obligaría a Angela Merkel a revisar su postura intransigente. Una mini cumbre ayer entre la mandataria alemana y sus pares de Francia e Italia revela que estaría sucediendo lo contrario.

Por el contrario, la canciller alemana obtuvo el aval de Sarkozy para proceder a una modificación de los tratados europeos, una solución que tropezaba hasta hace muy poco con una auténtica resistencia de Francia.

«Una vez concretados esos cambios, estaremos dispuestos a realizar todos los esfuerzos de solidaridad necesarios», prometió el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble.

Las modificaciones requeridas por Alemania permitirían a Bruselas ejercer un mayor control sobre los presupuestos y las estadísticas nacionales, fijar límites de deuda pública y tratar de obtener mayor convergencia en diferentes sectores como la edad de la jubilación y los niveles de fiscalidad.

La fallida venta de bonos alemanes parece haber inquietado más a sus socios en la UE que al país emisor. Aparentemente nadie en Alemania se mosqueó por lo que solo puede interpretarse como una aberración (o peor aun, como un intento de «golpe de mercado»), considerando que los bonos alemanes son de los pocos activos que están siendo demandados por los inversores en estos momentos de alta incertidumbre (ver post del lunes al respecto).
Mi lectura de los hechos es que Alemania está ganando la pulseada para imponer más disciplina fiscal al resto de las economías de la eurozona. Y que una vez estas estén obligadas por ley a hacerlo, recién ahí Merkel apuntará sus cañones hacia los factores de poder internos (Bundesbank, Congreso) para lograr la aprobación a una modificación de los estatutos del BCE (que le permitan una salida inflacionaria, o la asistencia a gobiernos solventes pero ilíquidos), o apoyo a la creación de eurobonos.
La verdad es que tanto Sarkozy como el resto de los europeos se han transformado en rehenes de las decisiones de la líder de la primera potencia económica del bloque. O, más precisamente, de la nebulosa de poder que existe en Alemania, resultado de sutiles equilibrios entre el gabinete de Merkel, el Bundestag, la Corte Institucional de Karlsruhe y el Bundesbank. El cambio de estatus del BCE, que le permitiría financiar en forma permanente a los Estados atacados por los mercados, sólo se producirá cuando todos los factores de poder germanos hayan llegado a un compromiso interno. Hasta ayer, ese milagro parecía no haberse producido.
The Economist tiene en su edición de ayer varias notas dedicadas a la crisis del euro (una, dos, tres). Se resalta el hecho que Europa en su conjunto se encamina a una recesión por la retracción del crédito, al mismo tiempo que se realiza una contracción fiscal, y que la incertidumbre sobre el futuro de la eurozona es un tercer factor negativo sobre la economía.

A downturn of such severity will hugely increase the pressures within the zone. Investors will be even less willing to finance banks, as more garden-variety loans to businesses and householders turn bad. As unemployment rises, tax receipts will go down and welfare payments up, making it harder for governments to rein in their deficits and hit the targets they have set, and causing bond markets to question their solvency more pointedly still.

In such circumstances, the chances of a policy error or broader panic increase sharply. The calculations of bond investors, bank depositors and politicians are prone to sudden change. Hopes that the fracture of the euro zone might be averted by far-sighted policymakers could give way to a belief that it is inevitable. Such beliefs, once they take hold, are likely to be self-fulfilling.

Si el euro está tan cerca de colapsar, ¿por qué Alemania sigue terca en su posición, incluso cuando los países periféricos han anunciado los recortes fiscales y las reformas estructurales que les demandaba?

This attitude has to change, or the euro will break up. Fears of moral hazard mean less now that all peripheral-country governments are committed to austerity and reform. Debt mutualisation can be devised to stop short of a permanent transfer union. Mrs Merkel and the ECB cannot continue to threaten feckless economies with exclusion from the euro in one breath and reassure markets by promising the euro’s salvation with the next. Unless she chooses soon, Germany’s chancellor will find that the choice has been made for her.

Acá el dilema para Alemania es la reversibilidad de las políticas fiscales y reformas institucionales nacionales bajo las actuales reglas de juego en la UE. Teme (diría con razón) que si el BCE anunciara la asistencia a soberanos, o se crearan eurobonos, esto haría que los anuncios de ajuste quedarían en la nada, y las reformas estructurales serían archivadas. Por eso quiere primero reformar los estatutos de la UE para que las promesas de disciplina fiscal no pueda ser borradas con el codo. Y ahí recién abrir la ventanilla de asistencia reclamada por los mercados. Por el bien de Europa espero que en la cabeza de Merkel anide este razonamiento lógico, o uno similar.

4 Responses to La falsa señal en Europa

  1. Federico dice:

    Me parece que Europa está por dar un salto al vacío. Una de las notas del Economist traza paralelos con un barco a punto de irse a pique, barco que bien podría ser el Titanic. No comparto tu optimismo respecto a la Merkel y los cambios de la constitución europea como prerrequisito para dar ayuda a los periféricos. Pero como bien decís esperemos que en su cabeza (que parece hueca) «anide» una solución. Saludos.

    • mgeiras dice:

      Federico, soy optimista en el sentido que veo que las herramientas para resolver la crisis del euro están, y que las restricciones para aplicarlas son políticas. A su vez la dominancia alemana me parece que ayuda pues reduce la discusión sobre qué solución implementar: se hará lo que Alemania diga. Me cuesta creer que se llegue a un salto al vacío, aunque no descarto que los políticos terminen encerrándose en un callejón sin salida. Veremos. Saludos.

  2. Charrua dice:

    A estas alturas, los bonos alemanes son vistos como menos seguros que los británicos….y con razón, dado que los bonos alemanes estan denominados en una moneda que no se sabe cuánto va a durar.
    Me parece que tu lectura es demasiado optimista; no veo motivos concretos para pensar que un gobierno alemán conservador NO cree sinceramente que el problema es la falta de disciplina fiscal de los otros y que el único papel del BCE es controlar la inflación.
    No hay nada en la conducta o políticas previas de Merkel ni de su partido que indique que no piensa realmente lo que dice.

    • mgeiras dice:

      Charrua, no estoy de acuerdo. Los bonos alemanes estarán denominados en euros, pero en caso de desaparición de esta moneda pasarían a estar denominados en marcos alemanes. Y si el euro es un promedio de monedas malas y buenas, las malas se depreciarían y las buenas, lo que incluye al marco alemán, se apreciarían al desintegrarse la moneda común.