La Argentina del faltante

El título de este post, el último del año, creo será uno de los slogans de la futura campaña como precandidato a presidente de Ernesto Sanz, quien en una entrevista radial dijo:

Estamos en la Argentina del faltante; faltante de nafta, billetes, seguridad y falta veracidad por parte del gobierno que insiste todos los días en buscar culpables y responsables de sus propias incapacidades.

Palabras que ayer fueron recogidas en La Nación. Yo creo que Sanz es el mejor candidato que tiene la UCR, y me animaría a decir del conjunto de dirigentes políticos que hay actualmente en el país.

El objetivo del post no es hablar de Sanz, sino de uno de los faltantes que menciona: la nafta, la cual según esta nota de hoy en La Nación ya está siendo racionada. Ayer por la tarde logré llenar el tanque de mi auto, y por suerte la tercera estación que busqué tenía combustible y solamente tuve que esperar 20 minutos (por via privada, y a cambio de un honorario de consultoría, les paso el algoritmo de búsqueda óptima). Antes de salir a buscar nafta fui a la peluquería y mientras me cortaban el pelo estuve pensando en el costo de bienestar de tener que pasar todos los fines de año preocupados por temas como no dejar el auto con el tanque vacío, y que lo que tiene que estar casi vacía es la heladera por si nos cortan la luz. ¿Por qué falta nafta?

El gobierno dice que la escasez de combustibles es una consecuencia del crecimiento económico, como escudándose detrás del principal (y en términos económicos casi el único) logro de su gestión: el país crece. Más allá de la obviedad que el crecimiento se debe principalmente a factores externos, y que en América Latina crecen todos los países independientemente de las políticas que se apliquen (por lo que la calidad de las políticas se tiene que juzgar por otros indicadores), dejemos la causalidad de lado y simplifiquemos el argumento oficial diciendo que el crecimiento de la economía conduce a un faltante de naftas por aumento de la demanda.

Ayer en una nota en Clarín de Marcelo Canton se demuestra que este razonamiento es falso.

En 1990, la Argentina produjo 7.165.032 metros cúbicos de nafta, según datos el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas. En 2009, último dato anual completo, la producción fue de 6.035.175 m3. Una caída de alrededor del 16 por ciento. Podrán algunos alegar que comparar la situación actual con los tantas veces criticados años ‘90 puede tener connotaciones políticas. Entonces, comparemos el año 2003, cuando asumió el gobierno Néstor Kirchner, con el año pasado, mandato de su esposa: la producción total de naftas en ese período cayó en casi 190.000 m3… ¿Puede seguir hablándose de que la falta de combustibles en el país es un problema del crecimiento? Difícil de sostener.

Reproduzco a continuación el gráfico de dicha nota con la producción de combustibles desde 1990:

La producción muestra oscilaciones durante los noventa y una caída pronunciada entre 1999 y 2006. Comparemos este gráfico con una serie histórica del precio del petróleo

Se ve que durante los noventa (el segundo gráfico comienza en 1947) el petróleo en el mundo tuvo una tendencia decreciente alcanzando su mínimo histórico en 1998 para trepar desde ahí hasta su máximo histórico en 2008 (actualmente está a valores corrientes cerca de 80 USD el barril). O sea que a pesar de señales de precios que incentivarían la producción y la exploración, en el país la producción (y la exploración) se redujeron.

Esto no es un enigma pues es bien sabido que el gobierno cuando no prohibió la exportación de combustibles la desalentó mediante la aplicación de retenciones móviles. Además el «conflicto distributivo» entre productores y refinadores sobre el precio interno, al generar incertidumbre adicional, desalienta la producción y exploración así como también la inversión en capacidad de refinación.

En este clima hostil a las inversiones no es sorprendente que en el país no se construya una nueva refinería. Con su vocación dirigista hace cuatro años este gobierno intentó obligar a las petroleras a construir una en Comodoro Rivadavia, con costo proyectado de USD 2200 millones (en parte financiada por las AFJP, según informaba en esta nota La Nación). Según Canton

El proyecto quedó en la nada cuando las petroleras plantearon que preferían hacer cada una su propio plan de inversión. Pero los números demuestran que, al menos hasta ahora, esos planes no han fructificado tanto como para quebrar la tendencia: el país aún produce menos nafta que 10 o 20 años atrás.

Efectivamente Argentina es el país del faltante. Pero dejemos estas preocupaciones de lado que faltan pocas horas para decir ¡feliz año nuevo!

11 Responses to La Argentina del faltante

  1. Martin, hoy iba a postear palabras mas, palabras menos lo que vos acabas de postear, asique me ahorraste el laburo, je.

    Claro que vos bien sabes que no hubiera posteado el primer parrafo aunque debo decirte que estoy comenzando a pensar que tenes razon.

    La contracara del crecimiento de la gestion K creo que es la falta de inversion.
    Hago la salvedad de decir que la falta de inversion es privada y no publica. Lamentablemente el INDEC no tiene muy actualizados esos datos (tampoco el mecon) y me cuesta ver que parte es privada y cual publica.

    De todas formas viene bien aclarar que el «faltante» no es porque somos un pais pujante.

    Es como decir que no hay billetes porque crecimos tanto que la demanda de dinero demuestra el amplio poder de consumo. Hagamos billetes de $200 y $500 y vas a ver como se termina el problema.

    En fin, cuando terminen mis vacaciones podremos volver a los comentarios entre blogs.

    Un abrazo,

    Rodrigo

    • mgeiras dice:

      Rodrigo, gracias por comentar en tiempo de descanso. En un país serio, la inversión pública logra incentivar la inversión privada, al dar mejor infraestructura y certidumbre al sector privado. Acá la discrecionalidad del gobierno kirchnerista es tan fuerte que la inversión privada colapsa y la pública debe correr atrás de los cuellos de botella que de esta forma se generan.

      Ciertamente los faltantes que tiene el país comienzan en la calidad de sus funcionarios. Esperemos que el año nuevo logre que la mayoría de la población tome consciencia de esto y se traduzca en una demanda para la clase política. Abrazo.

  2. Muy buen post. Sobre el faltante de calidad de los funcionarios hago una lectura un poco diferente, creo que es una manifestación de nuestra organización sociopolítica y nuestros valores al respecto. Una crítica importante que le hago al kirchnerismo es que en lugar de aportar a la corrección del problema desde su posición de liderazgo, lo empeoraron para concentrar poder. Pero atrás hubo una sociedad poco preocupada por este tema.

    Ataques a la institucionalidad y al reparto de poder fueron tolerados, minimizados y a veces hasta aplaudidos, y no sólo por la fanaticada K sino también por mucho de un empresariado (ver primeros años K) y de la intelectualidad.

    Si el poder está concentrado en el Ejecutivo, su agenda toma preponderancia, así que difícil que ahorren un mango que pueden gastar ahora para conseguir votos en las próximas elecciones. Creo que eso explica, en buena medida, la ausencia de política contracíclica, que a su vez disminuye la inversión de calidad. O sea que, en este problema que pongo como ejemplo, hay algo más que un tema de falta de preparación en los funcionarios, aunque probablemente haya una falta de preparación en muchos que menosprecian el problema y por eso apoyan en lugar de ejercer un mejor control.

    Creo que tener mejores funcionarios va a ser la punta del iceberg de un mejoramiento general en nuestra organización y nuestros valores políticos, liderado no sólo por políticos sino por todos los que tuvieron el privilegio de una educación y tienen mayor influencia, como los empresarios e intelectuales que decía antes.

    Saludos.

    • mgeiras dice:

      Andrés, es cierto que la sociedad argentina es complaciente. Se dice progre pero en el fondo es muy individualista. Si le das un poco de pan y circo no te cuestiona. Y eso los Kirchner lo aprovecharon al máximo para concentrar poder en beneficio propio. Por suerte nuestra sociedad también tiene la suficiente educación como para poner límites cuando este ansia de poder desborda. Sobre la dificultad que la organización institucional del país (por defectos del federalismo) tiene para que los aspirantes a presidente puedan «aprender» antes de llegar al cargo, escibí hace poco este post.

  3. Frank Pentangeli dice:

    Muy buen post Martín.

    Coincido en que Sanz debe ser el mejor candidato de toda la oposición. Ha demostrado ser el más consistente, por lo menos. Lástima que no sea tan conocido como otros políticos, aunque esa restricción solo opera en el corto plazo.

    Respecto del faltante, no hay mucho más que agregar. Estoy de vacaciones en Uruguay, en un país que no produce, y sin embargo es fin de año y no hay cola en las estaciones de servicio. Lo divertido, es que a diferencia de Argentina, es que acá las variables, que en Argentina solo sube, acá suben y bajan como, por ejemplo, el tipo de cambio y el precio de la nafta (en Argentina ni siquiera bajaron cuando el petroleo paso de 150 a 60 dólares con la crisis). También es increíble notar que los precios son muy similares a los de hace un año atrás. Será una economía más pequeña pero que en los últimos 50 años se enfrentó a shocks externos similares a los nuestros.

    Saludos y feliz año nuevo!

  4. ayjblog dice:

    Mi estimado Eiras
    a) si no pones las importaciones en tus dichos y graficos, me parece que las conclusiones no son correctas, o no?
    b) Lo de Sanz, bueno, que se yo cada uno tiene sus preferencias
    c) Me llama la atencion que entre tus colegas lectores nadie haya dicho nada de las impos
    d) El gobierno deberia decir, en cartel frances, hace 5 años quisimos asociar a las petroleras, no quisieron, luego, quien tiene la culpa?

    BTW, cualquier petrolera te dira que esta recien ahora en breakeven en refino, antes estaban en negro

    saludos

    Frank, el dia que Uruguay publique la guita negra que viene de aca, se acaba el mito

  5. Gonzalo W Costa dice:

    Muy buen post, con un simple agregado: el faltante deberia incluir esa decadencia provocada por una autodenominada clase dirigente que desprecia los valores fundamentales. Por eso se aferra a generar regulaciones que les permita aumentar la burocracia que manejan a su antojo. Muchos aceptan y repiten como axiomas indiscutibles frases que en realidad, si se pensaran un poco, se apreciaría que no tienen sentido. Y los políticos se aprovechan de eso.
    Bien lo planteó Quino en su famosa caricatura en la cual mostraba una manifestación de personas que llevaban una gran pancarta diciendo: “Basta de realidades, queremos promesas!”

  6. mgeiras dice:

    Frank, espero estés disfrutando tus vacaciones, lo digo con sana envidia. Acá la nafta no bajó cuando el petróleo pasó de 150 a 60 dólares por el simple motivo que no había acompañado la suba. Y es cierto que Uruguay es para la Argentina un ejemplo porque a priori tiene menos margen de maniobra pero al usar un mejor mix de políticas logran un mejor resultado.

    Gonzalo, es cierto que nuestra clase dirigente es faltante, ya en la respuesta a Andrés Djordjalian mencioné la falta de preparación de nuestros presidentes y como eso se relaciona con la organización institucional del país.

  7. Roland Deschain dice:

    Muy buen post! Me parece iluminada la frase acerca de que crecemos pese, y no por…pero mas alla de eso, estaria bueno ver (no pido que lo hagas, je) la situacion energetica de los vecinos para ver que tan «argentino» es el fenomeno

    • mgeiras dice:

      Roland, buen punto. Se que en Brasil hace diez años tuvieron problemas de faltante de energía que llevaron a racionamiento en el corto plazo e inversiones para restablecer el balance en el mediano plazo. Chile tuvo problemas cuando Argentina le cortó exportaciones de gas, lo que les llevó a replantearse la matriz energética (y creo que todavía discuten el tema).

  8. […] Se puede leer completo acá. […]